Días 11 y 12 como vegano
A pesar de que no paso hambre, me siento como Edward Cullen alimentándose únicamente de animales en lugar de humanos (Para los no seguidores de la saga Crepúsculo, es un "Vampiro bueno" que no mata personas y solo come animales).
He tenido momentos de flaqueza, debo reconocerlo, y esto es de lo más normal. Más en las salidas fuera de casa que en mi controlado ambiente. Ésta situación limita tanto la vida social cuando estás en un entorno que no comparte tu alimentación, que prácticamente no puedo hacer nada, y se trata de que el entorno nos ayude a cumplir los objetivos, sean cuales sean. He caído en la conclusión también de que si conviviese con alguien no habría más remedio que forzar a que comiese lo mismo que yo o no sería viable. Primero por el tiempo y espacio para conservar todos los ingredientes de cada uno (Mi casa no es un palacete... de momento), y segundo porque mi convicción no es tan fuerte y desde hace un par de días solo pienso en pecar con gula. El esfuerzo psicológico es sin duda el más fuerte.
Destacable: me encuentro flojo, tengo mucho sueño, yo no soy para nada perezoso y ahora dormiría casi todo el tiempo y además no consigo concentrarme. Es algo a lo que no le había prestado mucha atención, pero creo que sí está relacionado con la comida que tomo actualmente. Yo en periodos de exámenes y situaciones donde tengo que estar muy concentrado, intento no ponerme restricciones en la dieta. Tampoco como libremente, pero no tener la preocupación de la comida rondando, me ayuda a focalizar mis ideas. Creo que en parte esta dispersión viene derivada de la alimentación que estoy llevando, tanto comerla como pensar en planificarla. Y en cuanto al sueño no sabría decir, pero estoy bastante más cansado que hace un par de semanas.
El menú del día 11 para desayunar tomé bizcocho con zumo de naranja. Casi después un plato de calabacín al microondas con tomate y soja texturizada y unas patatillas que me quedaban de bolsa muy ecológicas ellas. Y al llegar a casa después del trabajo, más tarde de las 11, me daba tanta pereza preparar nada que cené 3 tostadas de pan con margarina y un trozo de bizcocho con compota. Un vaso de refresco light sin cafeína y un vaso de zumo de naranja como postre con el bizcocho. Como veis, me creatividad culinaria muchas veces se ve resentida.
Y para el menú del día 12: Anacardos y nueces nada más levantarme y un poco de zumo. A pesar de ser domingo hemos tenido reunión de trabajo y tenía que dejarme hecha la comida porque igual surgía reunirnos en algún sitio. Al final he comido en casa y hoy si he innovado. Gazpacho manchego viudo de carne para comer, y en la cena una ensalada de tomate con frutos secos y picatostes de primero, y de segundo un plato de verduras (coliflor, brócoli y zanahoria) al vapor. Y no me apetecía fruta fría de postre con este tiempo y como no tengo muchas más opciones por casa: bizcocho con algo de chocolate y un poco de compota.
Aunque yo pongo muchas veces lo de bizcocho, no penséis que como tanto. El tamaño de bizcocho que hago es de un plato y me dura cerca de una semana. Es verdad que como muchas veces, pero son raciones más bien pequeñas, además no lleva mucha azúcar por lo que no me siento culpable después de todo en el experimento.
El gazpacho ya hacía tiempo que lo consumía, y es que con lo fácil que resulta de hacerlo, creo que todos deberíais incorporar esta receta como menú semanal. Os la dejo en el siguiente post.
