RECETA: Nikuman (bollito japonés al vapor)
Hola amigos!
Esta receta es una de las que más me ha conquistado últimamente, por lo fácil de hacer, lo rica que sale, y la versatilidad que te da para adaptarla al gusto de cualquiera.
Por si no lo sabéis, hace algún tiempo que estoy metido en el mundillo de YouTube (de hecho, pásate por el canal y seguro que algún vídeo de los que hay te interesa), el caso es que, sigo a varios yotubers que hacen recetas, pero estos chicos de Nekojita, tienen un canal específico de temática japonesa: curiosidades, comparativas de culturas, vlogs, pero recetas no es lo más habitual, aunque es verdad que hacen de vez en cuando. Y la que voy a enseñaros hoy es una adaptación, algo más saludable de la que ellos hicieron.
Esta receta es un bollito de pan al vapor, muy clásico entre la cultura japonesa, pero que podéis adaptar con vuestros ingredientes favoritos, y convertirlos en unos entrantes la mar de estupendos.
¡Vamos allá!
NIKUMAN
210 g de harina blanca (yo uso harina de fuerza)
15 g de azúcar
2 g de sal
5 ml de aceite de girasol (podéis poner de oliva o de coco si lo preferís)
1 sobre de litines (gaseosa para bizcochos)
90 ml de agua
*Cantidades para 4-6 unidades
+ el relleno, que puede ser al gusto. El mío:
1 Berenjena
1 Cebolla
2 Ajos
100g de Carne picada de pollo
Un puñado de piñones
3-4 cucharadas de salsa de soja
Especia Ras el Hanut
Comino en polvo
Pimentón ahumado picante
Sal
AOVE
Nivel de dificultad: 1/10
Para hacer esta receta tenemos que distinguir dos pasos. El pollito en sí, que se hace con las cantidades que os he marcado arriba, y salen 4 unidades grandes, ó 6 más pequeñas. Y el relleno, que podéis hacer un sofrito clásico, como el que hice yo, y añadir los ingredientes que más os gusten.
Para hacer el bollito, sólo tenemos que mezclar todos los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea. Pero que queden bien integrados. Podéis usar una amasadora/panificadora si tenéis, la thermomix, o hacerlo a mano. La verdad que no es nada dificultoso, pero con un robot... ¡pues claro, siempre es más fácil! Y cuanto tengáis la masa bien integrada, la ponemos en un bol, lo tapamos con papel film, y la dejamos reposar 30 minutos (yo suelo meter siempre el bol dentro del horno, que así no molesta y la temperatura aunque esté apagado, no tiene corrientes de aire ni nada por el estilo).
Mientras reposa la masa, aprovecharemos para hacer el relleno. Por lo que no hace falta que lo preparéis con anterioridad porque hay tiempo de sobra.
Yo hice un sofrito con el ajo, añadí la berenjena sin piel muy picada, la cebolla y la carne y cuando estaba bien sofrito, añadí las especias y la soja y dejé que terminase de hacerse a fuego medio.
Pasado el tiempo de reposo. Dividimos la masa en las porciones que vayamos a hacer, y damos forma de torta con las manos (podemos ayudarnos de un vaso o un rodillo enharinado para que no se pegue). Extendemos la masa y colocamos el relleno dentro con una cuchara, de manera que quede como una empanadilla, y lo vamos cerrando haciendo los que los pliegues queden arriba, en lugar de a un lado.
Preparamos una vaporera y cuando ya esté hirviendo el agua, los colocamos sobre la bandeja y calculamos 15 minutos, y aunque no tengáis mucha fe, os aseguro que os van a salir unos panes riquísimos. Tienen aspecto de bollito de panadería, son blanditos, están perfectamente cocinados y además podéis guardarlos y recalentarlos más adelante si queréis llevároslos de almuerzo o merienda por ahí.
Sinceramente me sorprende lo fáciles que son de hacer, lo bien que quedan y que además, podemos rellenarlos sólo con verduras por ejemplo y estarán deliciosos seguro que también.
¿Os animáis a probar esta delicia japonesa?
****Ah! si no tenéis vaporera, podéis haceros con un colador en las tiendas de chinos para meterlo dentro de las ollas y usarlas como vaporaras, o meter un plato de cerámica dentro de una olla plana (tipo paellera), colocar agua en la base de la olla, y taparla. Hará el mismo efecto.
