Etiquetado Nutricional ¿sabes para qué sirve?
La información es poder.
Y de eso se trata. De poder decidir lo que queremos tomar o no. Estoy seguro de que muchos no prestáis atención al etiquetado nutricional, si, si, esa etiqueta que viene en los envases y que nos aporta una información valiosísima a pesar de que no le demos la atención que merece.
Actualmente en España se contemplan una serie de normas que a pesar de que podrían ayudar un poco más, nos dejan claro unos mínimos sobre:
El tamaño de la ración
La ración por envase
Las calorías por cada ración
Las calorías aportadas de la grasa y de la grasa saturada
Las calorías de los hidratos y de los azúcares simples
Las calorías de las proteínas
Y los miligramos de colesterol y sodio
De este modo, leyendo un poco sobre cada uno de ellos, podemos saber que los productos que contienen muchas grasas saturadas, son menos recomendables que los que no. Este tipo de grasa es la que nos hace aumentar el riesgo cardiovascular, provoca que se taponen las arterias y es muy poco saludable. Si ya sabemos esto, ¿por qué seguimos tomándola? Pues porque la grasa saturada es la que da la palatabilidad al alimento (=esa sensación de sabor agradable en la boca y sensación de plenitud en el estómago), y resulta muy duro resistirse cuando algo nos da esta sensación psicológica.
Otro dato a tener en cuenta es que nos fijemos en la cantidad de azúcares simples que llevan los alimentos que tomamos. De hecho, si leemos las etiquetas de algunos refrescos azucarados, nos daremos cuenta de la cantidad tan inmensa que llevan, y de este tipo de azúcar, menos es más. Esto hace que resulten adictivos, pues el azúcar tiene una gran persuasión de nuestros sentidos y cada vez nos demanda más consumo.
El etiquetado nos sirve de información a todos, pero son las personas en situaciones especiales como embarazo, niñez o enfermedades (celiaquía, diabetes, hipertensión...) son las que deben estar más atentas a esta información. Aunque por sus circunstancias son las que mejor lo hacen. De hechoalgunas mamás son verdaderas expertas en el tema del etiquetado. Y es que la salud de los suyos es lo primero.
En otros países se utilizan códigos de colores como los de un semáforo para advertir a los consumidores del tipo de producto que compramos de una manera muy rápida. Pero en España, se desestimó ese método poniéndolo un poco más complicado; aunque ya os he dejado dos pequeños trucos para que valoremos mejor qué alimentos consumimos. Pero si quieres aprender más, en la visita guiada al supermercado podremos ver todos los detalles que nos quedan.