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Días del 18 al 21 como vegano

No sé que ha sido exactamente lo que ha pasado por mi mente cuando he terminado con el experimento de ser vegano durante 21 días, pero cuando me he metido en la boca la tostada con tomate y queso del desayuno después de la analítica, me daba la sensación de que estaba haciendo algo malo. Conseguimos cambiar la manera de pensar más rápido de lo que pensamos. Me he sentido inseguro durante unos segundos y eso que estaba deseando poder comer algunas cosas. Pero incluso ahora, que ya he tenido la posibilidad de probar algunos alimentos que añoraba mucho como la sobrasada (que era lo que más echaba de menos... creo que es más como concepto de CARNE en sí que por una adicción, ¿eh?), queso, leche con cacao, atún... siento que no estoy comiendo bien y no es real.

Sinceramente no me lo explico, pero pienso que es por la sensación de abrir la nevera y poder coger lo primero que hay, sin pensar. Y creo que es porque hacerlo impulsivamente, me hace sentir inseguro.

El menú de los últimos días ha sido como hasta ahora, cenas y comidas alternando platos como: papas cocidas con veganesa y picante, verduras al vapor, calabacín al horno, alcachofas con veganesa, muchas tostadas de pan y para los desayunos batidos de soja con chocolate y bizcocho o tostadas y de vez en cuando frutas, sobre todo plátanos.

Os informo que en todo momento he tomado notas de las sensaciones que he tenido a fin de haceros partícipes de todo, los datos que me han parecido importantes y el peso. Y aunque hasta que no tenga los resultados médicos de la analítica no haré el post resumen con los resultados y conclusiones sobre todo el proceso, me ha llamado algo mucho la atención: He subido 1700 g de peso esta última semana. Y viendo las situaciones que se han dado que hayan modificado tan drásticamente mi bajada de peso son: que tomé abundante cerveza el día de la celebración, que no descansé en mi casa, ni pude seguir mi rutina de ejercicio caminando, que no fui al baño lo que me correspondía por estar fuera de mi hogar, o que comí exceso de hidratos (por menor complejidad a la hora de prepararlos que ya os conté que tuve que planificarlo). 1 kilo 700 gramos es bastante para engordarlos en una semana y más si analizo la dieta que he llevado, pero me volveré a pesar mañana a ver si hay variación. ¿Es posible que el cuerpo se acostumbre a nuestra ingesta y tome reservas por si le faltases nutrientes en algún momento? Pues sí, el cuerpo economiza al máximo porque bológicamente está preparado para ello. De modo que hay que variar la alimentación, y cuanto más amplio sea el abanico de alimentos que contemplamos, mejor podremos planificarla.

Recuerdo que hace años cuando yo seguía dietas puestas por profesionales para reducir mi peso, éstas se modifican semanalmente y como nutricionista, ahora puedo justificar este dato. Y es que el cuerpo se modifica siempre en vistas a futuras adversidades, asimilara los nutrientes y los reservara por si tuviera carencias posteriores.

Me siento satisfecho. Y os doy las gracias a todos los que habéis participado de un modo u otro ayudándome en estos días como vegano. Ha sido una experiencia que ha dejado muchas cosas buenas y alguna que me hace reflexionar, pero eso lo contaré en unos días.

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