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¡Lo que se come en el cine... sí da terror!


Ayer estuve en un cine de pueblo en los que todo era como antiguamente; y por desgracia vi que los errores que cometíamos antaño, tampoco los hemos cambiado. Y no por ser de pueblo. Nada más lejos, incluso los modernos cines de centros comerciales son mucho peor.

Personalmente nunca he sido de hincharme a comer en el cine, pero desde hace un tiempo, voy con amigos a los que les gusta cenar mientras vemos la película, así que yo siempre preparo mi cena en casa para no tener que comprar nada y es que con un simple vistazo que echemos a la carta, da miedo pensar las opciones.

Mi cena de ayer por si tenéis curiosidad: 1 bolsa de pipas grandes tostadas sin sal para compartir + 2 montaditos de espinacas frescas y tomate: uno con queso curado y otro con jamón ahumado + 1 litro de agua.

En contra de lo que se suele hacer de comentar con los amigos qué tal la película, me puse a pensar cuando salimos del cine, en la cantidad de gente que había en la entrada comprando antes de que empezase, y es que me sorprendió mucho verlos entrar con bolsas enormes como si vinieran de hacer la compra del super, cuando en realidad eran para una pareja, o un padre con el hijo. Eran cantidades desmesuradas. Además, había algo inevitable de ver y es que, los compradores de tales bombas calóricas eran adolescentes, padres con niños y personas con sobrepeso. Y que nada más lejos de calmar su ansiedad con un picoteo ocasional, llenaban los bolsillos de los dueños del cine (porque encima: ¡Vaya precios! eso de comer mal y barato, tiene un gran matiz en este ejemplo), a la par que sus bolsillos, de todo tipo de galletas, chocolates, chucherías, refrescos azucarados, nachos con queso, pizzas precocinadas, perritos calientes con mil salsas, palomitas con caramelo, y si eran saladas, con una cantidad de sal exagerada... Vamos, que el festival de las enfermedades derivadas de una mala alimentación había abierto sus puertas a las 8:30 pm del domingo.

Sinceramente no me había parado a pensar nunca en la cantidad de calorías que puede ingerir una persona en una tarde cualquiera que decide darse el capricho de ir al cine, siempre partiendo de la base de que se coma en el cine, que sé que hay mucha gente que no lo hace.

En la carta, por desgracia para todos, no había ni una sola opción saludable. Al menos ahora, y desde que cambió la normativa hace unos años, podemos entrar comida de fuera, por lo que seguramente se escuden los dueños del Palacio cinematográfico de la Caloría, en que no te obligan a consumir nada de sus productos (¡que tengo que decir que es una excusa de mierda, la verdad!). La ley obliga a tener en los restaurantes de comida rápida opciones saludables como yogures o fruta, pero me preguntaba si los cines quedaban al margen, y parece ser que sí.

Quiero enseñaros algunos ejemplos de las calorías que pueden llegar a tener algunos de los productos estrella de las barras del cine. Las cantidades y la calibración pueden variar porque son aproximadas, pero es para tener un ejemplo de referencia las he tomado de las tablas de composición de "fatsecret".

  • Refresco con azúcar (coca cola, fanta o similar) pequeño 16 oz / 450 ml: 189 kcal

  • Refresco con azúcar (coca cola, fanta o similar) mediano 22 oz / 625 ml: 263 kcal

  • Refresco con azúcar (coca cola, fanta o similar) grande 32 oz / 907 ml: 381 kcal

  • Refresco con azúcar (coca cola, fanta o similar) gigante 44 oz / 1250 ml: 525 kcal

  • Bolsita de 100g de chuches (aunque va en función del tipo de chuchería: 380 kcal

  • Bolsita de Conguitos de 35g: 179 kcal

  • Perrito caliente con ketchup y mostaza: 242 kcal

  • Porción de pizza de jamón y queso: 155 kcal

  • Nachos con queso (100g): 338 kcal

  • Burrito de pollo (1 unidad): 271 kcal

*Las cantidades son en onzas, y 1 equivale a 28 g aprox. e indican el tamaño contenedor de la cubeta, no que el peso en palomitas sea el indicado. Es para haceros a la idea del tamaño del vaso.

  • Palomitas pequeñas (vaso de 1'8 L = 45g de palomitas) con azúcar: 207 kcal

  • Palomitas pequeñas (vaso de 1'8 L = 45g de palomitas) con sal: 202 kcal

  • Palomitas medianas (vaso de 2'4 L = 60g de palomitas) con sal: 270 kcal

  • Palomitas grandes (vaso de 3'7 L = 93g de palomitas) con sal: 418 kcal

  • Palomitas gigantes (vaso de 4'8 L = 120g de palomitas) con sal: 539 kcal

  • Galletas oreo, paquete de 4 unidades (66g): 212 kcal

  • Paquete de galletas mikado (75g): 349 kcal

Estoy seguro de que todos sabemos que cuando compramos estos alimentos, no hacemos bien, pero porque no hemos parado a pensar la cantidad de kcal superfluas que estamos metiendo en un periodo tan corto de tiempo. Una película dura alrededor de 2 horas y vais a ver si hacemos un menú de ejemplo lo que se puede tomar:

Voy a hacerlo por persona, porque resulta más impresionante ver lo que se puede llegar a tomar alguien sin darse ni cuenta:

1 refresco mediano 263 kcal + 1 palomitas medianas 270 kcal + 1 mikado 349 kcal + 1 chuches 380 kcal. Hemos tomado un TOTAL = 1262 kcal en menos de 2 horas.

Me quedo helado al ver los números ¿No os pasa lo mismo?

Además, las personas que consumen estos productos, no consideran que están cenando, por lo que luego salen y además optan por opciones nada saludables, como pizzas, hamburguesas, comidas mejicanas a base de queso y productos muy procesados; que casualmente son aquellos que acompañan a la salida del cine. Y que suman de nuevo unas cantidades similares. Y eso sin contar que sea fin de semana y caigan unas copas detrás, lo que puede hacer llegar a las 4000 kcal o superarlas. Una cifra claramente nada indicada dentro de una vida saludable.

Podéis ver lo alarmante que resulta que se consuman cantidades semejantes, y mucho menos si encima hablamos de niños o adolescentes que las kcal diarias no llegan ni mucho menos a las de un adulto. Una dieta de un adulto normal ronda las 2000 kcal, y si en sólo un par de horas ingerimos más de la mitad de la dieta, el organismo recibe un atracón de comida que debe digerir, y lo hace pero con dificultad, "hasta que dice ¡basta!". Este tipo de ingestas podrían estar aceptadas culturalmente, pero son muy dañinas para la salud, ya que el consumo de alimentos grasos e hiperazucarados causan modificaciones en nuestros hábitos alimentarios.

Habrá quien diga que es una vez a la semana, y es precisamente esta conducta irresponsable de minimizar la gravedad que tiene, la que hace que no temamos el comportarnos así. Es fatal para el organismo satisfacerse de este modo, y en consecuencia de esta conducta, muy probablemente continuemos con los excesos el resto de la semana, lo que a final da un cúmulo de circunstancias que son causantes de colesterol, hipertensión, diabetes tipo II, dolencias musculares y articulares, y otras muchas patologías asociadas a esta mala alimentación.

¿Has pensado que podrías llevar unas frutas troceadas, o unos yogures sin azúcar, infusiones de sabores, o bocadillos integrales como alternativa para pasar una tarde viendo pelis? Incluso las palomitas podrías prepararlas en casa y serían una opción mucho más saludable; sin caramelo o sin el exceso de sal que acompaña a las que te venden a las puertas del cine.

Si bien el entorno aboca al comportamiento de este tipo de consumo, ahora que tienes la información adecuada, es el momento de tomar una conducta responsable ante esta situación. Valora las opciones y plantéate llevar una vida más sana, pues a fin de cuentas, lo haces por ti ¿hay mejor razón que ésta?

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