RECETA: Cous cous de verdura y "cordero"
Siempre es buenísimo ampliar cultura y mucha de la gastronomía de algunas regiones del mundo cumple perfectamente el cometido de ser un plato estupendo en nuestras casas. La cultura marroquí está centrada en carnes, verduras y muchos frutos secos, principalmente. Aunque también tienen algunos plato de pescado buenísimos, pero no son los más comunes. Seguro que todos habéis oído hablar del cous cous, pues bien, es un plato guisado, relativamente fácil de hacer, perfecto para reuniones porque puedes prepararlo con anterioridad y muy sabroso y nutritivo. Yo particularmente, aunque lo hago de cordero, luego sólo me sirvo las verduras y la sémola, pero os voy a dejar con la receta y con las variantes que podréis hacer según vuestro gusto.
COUS COUS de CORDERO y VERUDRAS
300 g de sémola de trigo para Cous-Cous
2 cebollas grandes
1 calabacín grande
5-6 zanahorias
1/2 calabaza
1 pimiento verde
1/2 kg de garbanzos
2 tomates (para rallarlos)
100 g de pasas
300 g de carne de cordero (Puedes sustituir por pollo)
Pimienta, pimentón picante, sal, comino, AOVE
Si gusta con picante, podéis añadir "harissa"
*La receta es una cazuela para 4 personas
Nivel de dificultad: 3/10
Ponemos a pochar la cebolla cortada en tiras o aros, como más os guste y cuando esté transparente añadimos la carne y el tomate rallado. Cuando la carne esté cocida pero tierna, añadimos el resto de ingredientes troceados (todos menos la sémola del cous-cous) y las especias, y salteamos un poco. Cuando este paso ya haya dado unas vueltas, añadimos agua hasta cubrir y ese será el caldo de nuestro cous-cous marroquí.
Mientras las verduras y la carne cuecen a fuego medio, podemos preparar la sémola. Para hacerla lo mejor es seguir las instrucciones del fabricante que van en la caja. Pero suele ser la misma cantidad de agua que de sémola. Ponemos el cazo a hervir con el agua, especias al gusto, sal y yo añado unas gotitas de AOVE con guindilla para que tenga ese toque picante (básicamente porque este plato se toma con harissa, un picante marroquí y casi nunca me acuerdo de comprar), y cuando hierva, lo quitamos del fuego y le ponemos la sémola y dejamos reposar hasta que absorba el agua. ¡Listo!
Una vez haya reducido el guiso y tengamos preparada la sémola, sólo tenéis que emplatar al gusto de cada uno, quiero decir más seca o más caldosa la sémola. Y este es el momento de añadir la harissa en pasta si os gusta muy picante como a mí.
Es un plato contundente si lo hacéis con mucha carne, pero que tal cual veis en la foto supone un plato perfecto para una comida. Es plato único y está confeccionado a base de verduras. No perdáis la ocasión de prepararlo si nunca lo habéis probado. ¡Está delicioso!
