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RECETA: Lentejas a la colombiana

La interculturalidad gastronómica me encanta. Resulta muy enriquecedor coger buenas costumbres de otros países, y por eso quiero presentaros las lentejas a la colombiana. Lógicamente tienen una adaptación Lozánate para que resulten muy saludables, pero en la esencia siguen siendo las mismas que me enseñaron a preparar a mí.

LENTEJAS A LA COLOMBIANA

300g de lentejas

1 pimiento rojo

1 pimiento verde

2 tomates para rallar

2 cebollas

2 zanahorias grandes ralladas

5 alcachofas (yo las uso ya troceadas congeladas)

1 punta de jamón o un hueso

1 cabeza de ajos

2 hojas de laurel

Sal y AOVE

Pimentón dulce y un pelín de colorante alimentario

1 huevo por persona

Y un puñadito de arroz por persona (o si no sustituir por patata a la hora de guisar) *cantidades para 4 personas

Nivel de dificultad: 1/10

Aunque yo las he preparado sin arroz, este plato originalmente se presenta así: algo más de medio plato de lentejas, la otra parte de arroz blanco cocido, y el huevo frito encima coronando el plato.

Para preparar lentejas no hace falta conocimiento ninguno de cocina. Podemos hacerlo todo en crudo o hacer este pequeño sofrito primero:

Añadimos a un perol grande, la cabeza de ajos entera con un corte que le de la vuelta por el centro de los dientes de ajo, las hojas de laurel, el chorro de aceite de oliva, los tomates rallados y sofreímos unos minutos. Cuando blanquee la cebolla añadimos el resto de ingredientes, la zanahoria rallada, los taquitos de pimiento, las alcachofas congeladas, la punta de jamón o el hueso y las lentejas (y las patatas si en lugar de arroz queréis usar patatas en el guiso. Peladas y en tacos).

Cubrimos de agua dos dedos más o menos por encima de los ingredientes y dejaremos guisar todo hasta que las lentejas estén bien hechas.

El arroz podéis hacerlo en arrocera o hervirlo y añadirlo en la presentación más tarde.

Y para hacer el huevo sin grasas añadidas, yo los preparo al microondas: untamos un cuenco con unas gotitas de aceite y esparcimos bien con ayuda del dedo (ni que decir tiene que la higiene de manos en la cocina es principal. Y por eso de que resulta obvio nunca lo digo, pero hago un guiño y recordad que es fundamental lavarse todas las veces que sea necesario las manos cuando estamos manipulando alimentos), colocamos el huevo y ponemos un poquito de sal. En el micro a máxima potencia con la tapa para que no salpique puesta y 1 minuto aproximadamente, y tendréis un huevo frito con la yema blandita perfecto. Si le cogéis el punto a vuestro microondas, no querréis hacerlos de otra forma.

Y para presentarlo, podéis hacerlo con las proporciones que os he dicho al comienzo.

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